domingo, 15 de mayo de 2011

En esta noche...

Sabéis que, aunque no lo muestro tanto como otras aficiones en mi vida, la literatura, todo hay que decirlo, me gusta, en especial, los buenos libros de poesía o las novelas de época. Hoy quiero traeros un subidón de azúcar, uno de mis poemas favoritos (junto con "La voz a ti debida" (versos 1237 a 1265) de Pedro Salinas, "Donde habite el olvido" de Bécquer o "Caminante no hay camino", de Antonio Machado por supuesto). Con el tema de repasar para el exámen la literatura Hispanoamericana, llevo todo el día con este poema en mi cabecita inquieta, espero que lo disfruten tanto o más que yo, que ya es decir! jajaa

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."
El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los ultimos versos que yo le escribo.


Besos poetas a todos!

domingo, 8 de mayo de 2011

El peregrinaje eterno

Hablaba yo el otro dia con una amiga sobre, como decirlo, lo humano y lo divino, (no, no hablo del guapo de la caseta, que obviamente se encuentra en la segunda categoría), pero volviendo al tema, hablabamos de algo o alguien o, no se como calificarlo, y de cómo todo en la vida, sea cual sea el tema a tratar se centra en llegar a eso, ponganle ustedes el nombre que más les convenga, nosotras le pusimos uno y entorno a él desarrollamos nuestras hipótesis. Pues bien, la vida tal y como la conocemos es equiparable a un peregrinaje contínuo, vamos buscando una meta que todos creemos encontrar y pocos la hallan a la hora de las verdades. Decía mi amiga, que llegar a esa meta es lo que todos en el fondo ansiamos, pero que algunos en cada alto en el camino creen que ya han llegado al final. Le contaba yo que también está la gente que no sabe que todos los que vamos en el camino somos iguales, y que porque lleguemos a Santiago (toma ya la metáfora currada...), las cosas no tienen que cambiar, se que siempre soy muy rebuscada para explicar esta cosas pero es así como salen, los que me conocen o presumen de ello (de haber llegado a esa meta...ja ja pobres ilusos...), lo entenderán.
Pues bueno, les resumo un poquillo que se me pierden (aquí donde me leen, me caracterizo por dar consejos más o menos buenos que al final yo no soy capaz de seguir, porque si, el hombre es el único animal que es capaz de tropezar con piedras distintas y caerse de la misma forma, y si no, compruébenlo!), que llegar a la meta de las cosas es muy importante, pero que nunca olviden que hay más peregrinos alrededor, y que llegar a la meta solo, aparte de dificil, es duro, así que céntrense más en cuidar lo que tienen que en arriesgarlo buscando algo demasiado frágil.

Besos filósoficos a todos!

viernes, 6 de mayo de 2011

Un soir magnifique

Dicen que a nadie le amarga un dulce, y a mi no iba a ser menos. Gracias a la prodigiosa memoria de mis señores padres y al último viaje que han hecho, el otro día pude disfrutar de una tarde relajante en mi casita. Quién no pagaría por una tarde de descanso, sentada en el sofá viendo Notting Hill y comiendo los fantásticos macarrons que mis padres me han traído, si, he escrito bien, macarrons, no macarrones. Para el que no lo sepa, los macarrons son unos dulces franceses, parecidos a los profiteroles pero de colores y sabores muy diferentes. Os pongo una fotito y os cuento los sabores porque están riquísimos:


Pues bien, como veis, el primero es el de frutos rojos, uno de mis favoritos (el de color rosa), el segundo, el de chocolate (qué pena que viniese sólo uno de chocolaaaate!!), el siguiente era de vainilla bourbon y queso mascarpone, el verde, de kiwi, y por último, el marrón clarito (que no se ve), de café y miel (un poco demasiado dulce, pero muy rico!)

Bueno, estos son de una pastelería francesa llamada Lenôtre, pero en Sevilla hay una pastelería, panadería francesa llamada Colette en la que te preparan los macarrons en unas cajitas preciosas, son perfectos para hacer un regalito a cualquiera, la pastelería en cuestión está en la calle Virgen de Luján, y yo todavía no he ido, pero en cuanto la pruebe, os cuento, mientras tanto, besitos a todos!!

jueves, 5 de mayo de 2011

Como Alicia ante el espejo

Hoy he tenido un poco de tiempo libre que ha venido a convertirse en una extraña reflexión en mi cabeza. Hoy me he mirado en el espejo y me he preguntado qué es lo que nos hace tan diferentes. Me explico, hoy he reaccionado ante cómo la vida puede "diseñar" caminos tan distintos, y cómo el que pensabas era el tuyo, lo ves ahora protagonizado por otras personas y te das cuenta de que tal vez es la vida la que no ha querido que estés ahí porque realmente no eres capaz de ser lo que quisiste ser, al menos no ahora y mucho menos de la forma en la que ves, lo afrontan los demás. Ahora ves con claridad cómo la gente cambia ligeramente con el tiempo y las circunstancias, y aunque no lo creas, maduras y cambias tú también, y vas viendo que tal vez lo que pasa es que el tiempo se ha oxidado a tu alrededor y que necesitas que otro aire te oxigene porque ves en lo que se transforma tu alrededor y te ves incapaz de convertirte en algo parecido, en ir ese paso por detrás en el que ves a la gente, en esa metamorfosis que transforma y encadena de forma invisible y quieres gritar con fuerza para enseñarles a todos ellos lo mal que lo están haciendo, pero oyes una y otra vez la misma frase que da unas esperanzas tan flacas como inexistentes y ya te cansas...

Cavilando y cavilando se me ha echado el tiempo encima y tengo que arreglarme una mijilla, que he quedado con unos cuantos pa cumplir unas sevillanitas que tengo prometidas

Besos feriantes a todos!