martes, 8 de junio de 2010

Se hace camino al andar..


Aún recuerdo todos los detalles, 15 de Septiembre, mañana calurosa en Sevilla, pero con mucha ilusión, en el fondo, volver no es tan malo, sobre todo cuando te espera "La exitante vida del estudiante de Bachillerato". Y vuelves, y ves a los profesores, los saludas con más o menos cariño, a tus compañeros, a tus amigos...


Y llegas al salón de actos, como cada año, tomas asiento en las sempiternas sillas marrones de PVC, al frente, en el estrado, el equipo directivo y los tutores, a tu alrededor, echas de menos a algunos, echas de más a demasiados, y ves caras nuevas, sin saber qué te depararán.
Tras esta rutina anual, te presentan a tu tutor, y leen la sentencia: 1º B Bachillerato, Ciencias. Más concretamente, en el subgrupo Tecnológico.


Acto seguido, cuando ya sabes quienes serán tus compañeros de camino, prosigues por ese largo pasillo lleno de clases en las que entraste y dejaste tus huellas otros 15 de Septiembre atrás, ¡qué recuerdos! ahora todo se ve tan lejos, son ya 12 cursos terminados en esas aulas, e inconscientemente, te estás encaminando a dar comienzo al decimo tercero diciéndote a ti misma: "Éste, éste va a ser mi año", sin saber con certeza qué te deparará el nuevo año, pero algo te dice que será bueno, esto no es ciencia, es magia.

Y subes por fin esos tres escalones que llevan al universo paralelo, esos tres escalones que hacen a los alumnos de cursos inferiores considerarte un privilegiado, un semidios, o al menos, una figura con cierta autoridad. El rellano con los sofás de poliester azules, las paredes de la gloria, si sobrevives los dos años que te quedan por delante, estarás en ella, habrás llegado a la pared del reconocimiento máximo, ya serás un graduado.

Y entras en esa clase, todo huele a limpio, un poco a cerrado, todo es tan como siempre, pero sientes algo que no has sentido nunca, sientes que el reloj está corriendo ya en tu contra.
Y de repente te levantas, 6:45 h., como todas las mañanas, y miras tu calendario, 8 de Junio, increíble, parece que fue ayer, y realizas tus dos últimos exámenes finales del año. Si has sido bueno, jeje, a las 13:00 h. habrás entregado tu exámen de Filosofía y cruzarás la impasible puerta de madera oliendo a vacaciones, a verano, a cloro, a sal, o, en mi caso, a pizza e italianos!! (tal vez encuentre un italiano dispuesto a darmeclases particulares de italiano!! no se si nos entendemos ¬¬!), y te das cuenta de que lo que pensaste aquel 15 de Septiembre, ya tan lejano, nunca pudo ser tan cierto.

El decimo tercer curso ha finalizado, el reloj no espera a nadie, ya sólo te queda un curso para llegar a la pared de la gloria, ya sólo te queda un curso para ser un recuerdo, un expediente más o menos brillante, o una experiencia para algún profesor.

Es en estos momentos, mientras tecleo con rapidez en las teclas del portátil, voy repasando el año vivido, cada paso dado, y me doy cuenta de que no me equivoqué, éste ha sido mi año, y no volvería atrás sobre mis pasos por nada del mundo.

"Proseguimos el camino de nuestras vidas sin apenas reparar en el tiempo que pasa ávido ante de nosotros"


Anónimo

Gracias por acompañarme en mi camino

2 comentarios:

  1. Es una buena reflexión de lo que nos supone ir llegando año por año a un curso más, y cada curso más importante. =)
    Es como ir haciéndote mayor, y en gran parte así es.
    Yo mi pasillo no lo volveré a recorrer, pero recorreré uno nuevo durante dos años, que también tenga muchas experiencias como estos cuatros que dejo atrás.

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  2. Y en los pasillos que recorrerás no vas a estar sola, ya me he encargado yo de eso!

    Un besito!! =)

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