31/Julio/2010
El vuelo ha sido como un paseo y Roma me parece la ciudad más nostálgica del mundo. Paseo entre los puestecillos del pequeño mercado improvisado en la orilla del río Tíber cuando una multitud agolpada atrae mi atención. Un grupo que toca indie-rock da una sencilla actuación ante un cúmulo de entregadas alemanas con más de una Moretti* encima. Lucho contra ellas para abrime camino hacia el front row de aquella carpa, su música es buena. A mi juicio tocan algo así como una disimulada copia de "Tell me baby" de los Red Hot Chili Peppers bastante conseguida. Son sólo tres, pero se aprecia claramente quien lleva el liderazgo. El guitarrista, alto, moreno y muy guapo, hace gala de el tópico italiano mostrando una encanadora sonrisa de dientes perlados. Suspiro para mis adentros, qué pena no saber ni una palabra de italiano en estos momentos.
Liberada ya de ese gentío entregado recorro los escasos 10 metros que me separan del Ponte Sant Angelo acompañada por una ligera brisa y una estampa imposible de ser explicada con palabras. Roma me parece tan idílica como en las películas, con la diferencia de que yo soy una Audrey solitaria.
* Moretti: Cerveza típica italiana, normalmente servida en botellas de 75 cl.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario