jueves, 8 de julio de 2010

Cuando Paul se libró de mi cazuela...


Ya se como suenan los sueños, porque suenan a "PODEMOS"

Ya se como hablan los sueños, porque su voz es la de millones de Españoles

Ya se como huelen los sueños, porque huelen a césped recién cortado

Ya se cual es el color de los sueños, el ROJO

Y también se ya a que saben los sueños, porque saben a realidad... y a pulpo a la gallega


Eran las 20:25 h., la primera impresión al salir de ese vertuario en el que todos respondían a gritos que íbamos a ganar fue la esperanza, la esperanza de romper con años y años de maldiciones y supersticiones, años y años de quedarnos en cuartos, y ahora, teníamos con nosotros a millones de personas y la fe puesta en un dichoso cefalópodo-pitoniso que se había encaprichado de la ostra roja...

"Como ganemos le compro al puñetero pulpo un cargamento de ostras de por vida..." dijo un aficionado mirando las caritas de nuestros rivales germanos. Cuidado amiguito con lo que prometes, que las ostras no son baratas que digamos...


El frío sudafricano no nos importaba, el calor de la afición es mucho mayor, siempre. Se abrión por fin la puerta, la luz de los miles de focos inundó las tinieblas de los vestuarios y se comenzó el milagro, el primer contacto de la bota con la hierba mojada de Durban, ya no había marcha atrás. No íbamos a ponernos gallitos a estas alturas cuando tal vez estabamos pisando el suelo de nuestra propia tumba, "no hemos llegado hasta aquí para morir en cuartos" dijeron los paraguayos la semana anterior, y ya vemos donde están, en casita, como Maradona...


Faltaban escasos 18 minutos para tocar el cielo o hundirnos en esa hierba de Durban. Xabi se posicionó en el córner para sacar, entre todas las cabezas, sobresaltó una, la de "el pulpo" Puyol, irónico, ¿no creen?, el pulpo metió el gol que nos dio el partido, la victoria y la gloria...


Es el simple relato del sueño futbolero que nos inunda estos días en los que hemos roto una ingente cantidad de maldiciones, pero, ¿qué curioso?, todo esto empezó con un pulpo y ha sido sentenciado con otro...¿CASUALIDAD?....juzguen ustedes mismos.


Un beso corazones!

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